Jhon Ortega, investigador del departamento de Física Matemática y de Fluidos de la Facultad de Ciencias UNED se mostraba muy prudente sobre el tema.
"Unos engendros tan llamativos y mortales no muy dispersos tienen que proceder de un lugar común. Aún no tenemos pruebas científicas que demuestren ninguna hipótesis. Lo que sí se sabe es que son mortíferos, y acaparan con todo".
Estas criaturas tienen otra característica que podría revolucionar el campo de investigación. Se trata de que sobreviven en unas condiciones de alto standing. Lo que les hace muy peligrosas para el resto de seres que habitan en su entorno. Lo sorprendente es que tienen en su ADN un elemento que las hace durar años en el mismo hábitat.