La sombra del virus WannaCry será alargada, al menos durante un tiempo.
La siniestra corporación Anémona, nido de piratas informáticos, lo sabe. En el mundo hay 10.000 millones de dispositivos conectados a internet, demasiadas puertas que proteger.
los hackers de la corporación Anémona, se frotan las manos después de que su archivo con código dañino se haya propagado con tanta facilidad y en forma de gusano por los diferentes sistemas de seguridad de centrales nucleares, hospitales, redes ferroviarias, medios de comunicación, bases militares... Y esto es solo el principio. Oviserga, junto con sus secuaces, Ocinic, Angilam y Odrec, bajo las órdenes del siniestro encapuchado planean nuevos ataques desde sus secretas plataformas ubicadas en los océanos de los cinco continentes. Una amenaza, que por desgracia se ha hecho real.