El encapuchado es un maestro del cibercrimen, así lo describen en el FBI, un título
que no te ganas siendo un cibercriminal del montón.
Lo que hace el encapuchado es diseñar programas informáticos que permiten a la organización Anémona
cometer delitos a gran escala. Creó un conjunto de herramientas para que
Anémona pudiera entrar en cuentas ajenas, romper contraseñas y reventar correos
electrónicos con un simple clic de ratón.
El encapuchado mantiene una red criminal a través
de plataformas petrolíferas "vacías" desde donde sus piratas informáticos, amparándose en que estan en aguas internacionales, fuera de la jurisdicción
de los gobiernos, actuan impunemente, mediante la infección de ordenadores de
los gobiernos y empresas más importantes del planeta, robando sus contraseñas,
y vaciando sus cuentas.
Para cuando los gobiernos y grandes empresas se han percatado del ciberexpolio, la organización Anémona se ha implantado en alguna otra plataforma petrolífera, desde donde ataca a instalaciones sensibles; aeropuertos, redes ferroviarias, complejos militares, centrales nucleares.
Para cuando los gobiernos y grandes empresas se han percatado del ciberexpolio, la organización Anémona se ha implantado en alguna otra plataforma petrolífera, desde donde ataca a instalaciones sensibles; aeropuertos, redes ferroviarias, complejos militares, centrales nucleares.
Sus virales virus, les estan reportando millones de Bitcoins, la moneda virtual que exigen como pago para eliminar sus chantajes.